Giancarla Codrignani
en Léo Matarasso, Seminario del 6 dicembre 2008, Cedetim, Parigi
¿Cómo podemos olvidar a Leo Matarasso? ¿Cómo podemos perder la imagen de un rostro caracterizado no tanto por tanto por su origen mediterráneo sino por su especial personalidad, fuerte precisamente porque se expresaba en esa calma lenta, incluso física, de palabras y movimientos? Los derechos de los pueblos tuvieron en él un apasionado defensor que nunca concedió nada al emocionalismo, a la demagogia, ni siquiera a las ideologías: enseñó, de hecho, que los derechos se defienden con el argumento de su verdad y de su justicia.
Personalmente, sé que también aprendí de él -aunque en menor medida debido a la frecuentación más infrecuente-, como de Lelio Basso, a privilegiar el hacer política mirando lejos y cerca al mismo tiempo, con la esperanza de la utopía (que siempre es “eutopía”) y con el realismo de la acción política teniendo en cuenta los límites del hoy.
Yo también le recuerdo con gratitud.
Codrignani, Giancarla
en: <strong>Léo Matarasso,
Seminario del 6 dicembre 2008, Cedetim, Parigi
Milano, maggio 2009</strong>