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Defensor incansable de los derechos y las libertades de los pueblo

    Gustave Massiah

    en Hommage à Léo Matarasso, Séminaire sur le droit des peuples, Cahier réalisé par CEDETIM-LIDLP-CEDIDELP, Février 1999

    Leo Matarasso murió el 14 de febrero de 1998. Este homenaje incluye testimonios y reflexiones sobre el estado actual de los derechos de los pueblos. Para algunos de los que le conocieron y quisieron, evoca, a través de un itinerario excepcional, lo que fueron sus compromisos y debates de ideas en un periodo excepcional. Ha sido preparado por algunos de los que compartieron sus compromisos, sus cóleras y sus pasiones.

    Este hombre extraordinario siempre había dado de sí.

    Sabía como nadie relatar con su demoledor humor los momentos de la gran historia en la que había participado. Desde Salónica, donde nació en 1911, hasta Toulouse, donde comenzó sus estudios de Derecho, forjó su personalidad, que iba a ser fuerte. Participó en tantas batallas! Participó activamente en las redes de resistencia. Será un gran abogado y marcará a una generación de defensores y juristas. Era temido en los juicios de prensa : defendió a Les Lettres Françaises contra Kravchenko ; hizo condenar a Maurice Papon en 1963 por la incautación ilegal del primer Libération. Será uno de los principales abogados de las luchas anticoloniales. Defendió a Henri Alleg, autor de La Question;

    Leo Matarasso también pondrá su inmensa cultura y perseverancia al servicio de su compromiso. Desempeñó un papel esencial en el Tribunal Russell y en la creación del sistema previsto por Lelio Basso, incluyendo la Fundación, el Tribunal Permanente de los Pueblos y la Liga para los Derechos y la Liberación de los Pueblos, que presidió durante tanto tiempo.

    “Vivimos en una época de gran agitación. Esta es la primera frase de la Carta de los Derechos de los Pueblos, de la que Leo fue uno de los principales redactores, adoptada en Argel en 1976. Esto sigue siendo así hoy en día.

    Leo Matarasso tenía una filosofía de acción que ha marcado a varias generaciones: luchar frontalmente contra la barbarie y explorar nuevos caminos sin desanimarse.

    La resistencia a la barbarie fue la base de las luchas anticoloniales, y hoy está más necesaria que nunca. Léo Matarasso estará presente en todos los frentes, especialmente en Argelia, Vietnam y Palestina.

    En todas las situaciones difíciles, insoportables y contradictorias, ha sabido volver a lo esencial, al respeto de los derechos humanos y de los derechos de los pueblos, a la íntima complementariedad entre los derechos individuales y los derechos colectivos.

    Pero Leo también supo tomar la medida de lo que cambia, de lo que progresa, de lo nuevo que surge y sacude el viejo mundo.

    La Declaración de los Derechos de los Pueblos dio un amplio espacio a la autodeterminación interna y a los nuevos derechos, los derechos económicos, sociales y culturales, el derecho al medio ambiente, el respeto a los derechos de las minorías, el derecho a la paz.

    Leo no dejaba de volver a ellos, de recordarles. El trabajo de los tribunales de opinión contribuyó a sensibilizar sobre estos imperativos.

    Nuestros tiempos son siempre contradictorios. La barbarie ha vuelto al mundo y la resistencia es más que nunca el principal imperativo. Pero hay motivos para la esperanza. El derecho internacional, con todas sus limitaciones, es una perspectiva. Los derechos civiles y políticos, al igual que los derechos económicos, sociales y culturales, son los puntos de referencia que se abren paso frente al poder de los mercados orientados al beneficio. Leo se habría alegrado de ver el surgimiento de fuerzas sociales que asumieran esta lucha, este reto, este proyecto. Su lucidez le habría hecho darse cuenta de los inmensos peligros del nuevo periodo. Pero se habría alegrado de que el nuevo movimiento ciudadano mundial, con todos sus componentes, retomara la acción de los que abrieron el camino en la lucha por los nuevos derechos.

    Estas pocas contribuciones comienzan a dar testimonio de las luchas de los pueblos de este siglo y de la aventura de quienes están comprometidos con la transformación de las sociedades, la libertad de expresión, la defensa de los derechos humanos y el reconocimiento de los derechos de los pueblos.

    Massiah, Gustave, Economiste, animateur du CEDETIM

    en:

    <strong>Hommage à Léo Matarasso, Séminaire sur le droit des peuples
    Cahier réalisé par CEDETIM-LIDLP-CEDIDELP, Février 1999
    L’Harmattan, Paris, 2004</strong>

    Etiquetas:

    Léo Matarasso