Edmond Jouve
en Léo Matarasso, Seminario del 6 dicembre 2008, Cedetim, Parigi
Disfruté de la compañía de este experimentado activista que nos había precedido en la defensa de los derechos de los pueblos en el Tribunal Russell y en cualquier lugar del mundo donde los derechos humanos estuvieran en peligro. Me gustaba encontrarme con él en su despacho de la rue de Toumon (forrado de obras maestras) y en su pequeña cocina (donde había construido una especie de pequeño museo). Le hacíamos contar sus más clamorosas súplicas y sus más increíbles aventuras. Le escuchábamos durante horas, cautivados por su voz cautivadora y fascinante.
Fue para mí un ejemplo de rectitud, valor y abnegación. He aprendido mucho de él. Por supuesto, aunque estábamos de acuerdo en lo esencial, había diferencias de opinión aquí y allá. Creo que no le gustaron mis incursiones en Corea del Norte. Mi fórmula “el Estado es a veces un pueblo que se equivoca” le hizo saltar. Pero podía perdonar lo que consideraba incoherencias.
Gracias, Leo, por enseñarnos a ser exigentes con nosotros mismos y con los demás.
Jouve, Edmond
en: <strong>Léo Matarasso,
Seminario del 6 dicembre 2008, Cedetim, Parigi
Milano, maggio 2009</strong>